lunes, 22 de noviembre de 2010

Conocerás al hombre de tus sueños


Casi todo el mundo que haya visto esta película coincidará en que es un "woodyallen" menor: poca chispa, una historia repetitiva respecto a la anterior (Si la cosa funciona resultó ser una estupenda comedia dentro de la mejor línea del director)... Siempre defiendo que, por muy regular que sea una película de Woody Allen, no se podrá objetar que está por encima de la media. Eso sí, cuando un director ha dado tantas buenas obras por encima de dicha media, esto resulta un flaco consuelo.
Pues bien, Woody Allen parece que ha hecho una peliculilla para salvar el expediente y, según dicen, por encargo, con un guion de perfil bajo y con poca brillantez. No obstante, a mí me gustaría señalar que esta historia tan aparentemente mediocre tiene un trasfondo devastador. ¿Es que nadie ha reparado en lo mal que termina? No solo se trata de que el final sea agridulce, equívoco o poco convencional. Sucede que ninguno de los personajes principales consigue lo que busca. Todos ellos son caracteres confundidos, perdidos entre sus deseos y su realidad.
El matrimonio protagonista, formado por el escritor y la galerista, es absolutamente infeliz. Él tiene escaso talento y ella trabaja a destajo para un hombre que la ignora. Él le roba su novela al amigo que muere en un accidente, lo cual es un acto sumamente censurable por rastrero y mezquino, mientras coquetea con la vecina artista mucho más joven que él. Mientras, ella persigue a su jefe que está siendo infiel a su propia esposa con una amiga de ella, nueva promesa de la pintura. Harta de todo, la galerista empleada decide abrir su propio negocio, pero le hace falta dinero.
Mientras, su padre ha dejado a su madre y se dedica a agasajar a una furcia de medio pelo con el fin de sentirse más joven y que ella le dé un hijo varón (la tragedia nunca explicada de esa familia es la pérdida del hermano del galerista cuando era un niño). El pobre señor ha de echar mano de la viagra cada vez que intenta mantener relaciones. Finalmente, su nueva y joven mujer se queda embarazada: el padre resulta ser el monitor del gimnasio.
El cuarteto de infelices lo cierra la madre de la galerista, que se ha convertido en asidua de los servicios de una vidente. Huyendo de su dolorosa realidad (su hija a penas la soporta, su marido la ha dejado, el hijo muerto sigue siendo una huella del pasado), se dedica con afán al ocultismo y a las artes adivinatorias. Hasta el punto de que cree a pies juntillas todo lo que su vidente le anuncia. Así, cuando su hija le pide dinero para su nueva galería, la mujer se lo niega porque le han anunciado una mala época para las inversiones, con la consecuente decepción de aquella.
La peliculilla de Woody Allen es el retrato de una panda de infelices: de ilusos y de incapaces para lleva las riendas de su vida. Todos ellos terminan ahogados en su propia infelicidad y en su miseria personal. Quizás la madre tenga menos consciencia de ello al aceptar el engaño que le proporciona el ocultismo al que se ha aficionado. Sin embargo, ¿nadie percibe la tristeza que recorre toda la historia? Solo la fe da una cierta esperanza a uno de los personajes, pero, ¿cómo aceptar que sea esperanza lo que se consigue a golpe de factura en la consulta de una vidente?
Ya lo dije: devastadora.
Aquí tenéis el trailer de la película:

sábado, 2 de octubre de 2010

EL AMERICANO


No suelo escribir sobre las películas que no me gustan, ¿para qué? Pero esta se merece un comentario. La película tiene un hermoso arranque en un bosque cubierto de nieves suecas. En medio del mayo de los silencios, el protagonista asesina a un tirador que le ataca y a la mujer que le acompaña.

Fin de la emoción. El resto de la película dicho protagonista (George Clooney) se la pasa semiescondido en un precioso pueblo italiano donde nunca ocurre nada. Allí se dedica a montar un rifle por encargo de una bella dama, habla con el cura y se enamora de una prostituta.

Se supone que esta es la historia de una redención. ¿Ah, sí? Pues no se nota. Lo que parece es lo que se ve: un bodrio. El cura resulta ser otro pecador y la prostituta una joven de lo más normal que va al cine con sus amigas. Las escenas eróticas son monótonas y las conversaciones profundas la mar de superficiales.

El protagonista quiere abandonar su vida de fuera de la ley pero, claramente, no lo conseguirá. ¿Alguien lo había dudado? No creo, la película no plantea ni siquiera una remota posibilidad de suspense, misterio o indecisión en el espectador sobre lo que vaya a ocurrir.

Qué pena... Me entristecen las películas malogradas. Más aún la idea que tienen los amigos con los que compartí la experiencia: siempre que vamos al cine juntos salimos insatisfechos. ¿Estamos condenados a tragarnos juntos los mayores bodrios de la cartelera? Ni siquiera ese día pudimos tomar unas cañas de consuelo...

Por suerte, no todos pensamos lo mismo, así que os dejo aquí otro comentario radicalmente opuesto sobre esta película:

viernes, 1 de octubre de 2010

Bright Star




Ahora que he vuelto a ir al cine, esta ha sido una gran elección. Lo que más me ha gustado de esta película no ha sido la historia de amor, que es el hilo conductor: una historia de amor "romántica" en el mejor sentido de la palabra: final trágico, imposibilidad de consumación para los amantes, alejamiento forzoso... Tampoco ha sido el retrato del poeta Keats, que también es, por otra parte, interesante. Lo que más me ha gustado es que el punto de vista de la historia se haya centrado en ella, en la chica, una mujer de la que se nos muestran los detalles de su aburrida y sencilla vida con un preciosismo extraordinario que produce una gran sensación de belleza en la retina: los paisajes que rodean la casa, de los que se nos enseñan con primor flora y fauna a través de las estaciones; los interiores que conforman el hogar, cocina, salón, dormitorios, donde se cuece el amor de la joven por un chico desvalido, pobre, enfermo y entregado a la infructuosa empresa de la poesía, que no le reporta ningún dinero y solo algunas críticas favorables. Me encanta el delicado detalle con el que se ha confeccionado el vestuario y la importancia que se da a todo eso que parece atrezzo secundario y que, sin embargo, se convierte en un deleite sensorial: los tapices de las sillas, los tapetes de las mesas, la loza en la que se sirven bebida y comida, las texturas de las cortinas... Todo lo que en definitiva rodea la vida de una mujer ligada absolutamente al hogar.
¿Bright Star es una película para mujeres? No, pero sí es sobre mujeres: las que se entregan elevando así una vida en el fondo pobre, aunque llena de poesía cotidiana. Esta es el verdadero arte que refleja esta maravillosa obrita.
No hay que perderse una increíble escena de dolor que sobrecoge y espanta: Fanny agarrada a su madre y sintiendo que no puede respirar, que no puede respirar, tanta es su pena. En la secuencia que cierra la película pasea entre la nieve vestida de impoluto negro, como virgen viuda que será para siempre.
Tremenda.

sábado, 4 de septiembre de 2010

TWO LOVERS




Agosto ha sido un mes estéril en lo que respecta a escribir en el blog, pero no en lo que a mi relación con el cine se refiere, pues ¡¡he ido tres veces a las salas de proyecciones madrileñas!! Increíble, pero cierto. ¿Cuándo se repetirá semejante maravillosa situación?

Una de las películas que vi fue esta, Two lovers, acertada recomendación de LS. El director es James Gray, un cineasta poco conocido pero interesante, que tiene como actor fetiche al excelente Joaquin Phoenix. Como su propio nombre indica, el tema principal de la historia que se narra (de manera clásica, es decir, "ordenada": con un planteamiento, un nudo y un desenlace) es el amor, o el desamor, más bien, que da más juego. El protagonista acaba de salir de una fuerte depresión motivada por el abandono de su novia, con la que iba a casarse muy enamorado; ahora se encuentra viviendo con sus padres, haciendo recados en la tintorería familiar como si fuera un adolescente. La vida cambia de repente: aparecen dos mujeres, una morena que le promete amor incondicional y estabilidad; y una rubia que se convierte en su pasión.

Todo esto puede parecer convencional. Sin embargo, como diría LS, esta película es antirromántica. El final no es feliz, sin embargo, nos hace ver que el protagonista se reconcilia con el mundo (con su mundo), pero, ¿cómo lo hace? Cualquiera que la viera diría que "se conforma", ¿es así? ¿Elige algo que realmente desea después de darse cuenta de dónde está su verdadera felicidad? ¿O viendo que esta es un imposible acepta la tranquilidad de un día a día previsible?

La grandeza de esa película radica precisamente en el desenlace: la historia de amor deja un sabor agridulce, lo que no es en absoluto convencional. Mientras que aquella otra historia de amor poco habitual como era My blueberry nights acaba como debiera (a saber: bien) con esta la duda está servida: ¿este final deja en paz al espectador.... o más bien le muestra la dureza que encierra algo tan mitificado como el amor?

Os recomiendo vivamente esta historia, y si podéis completarla con La noche es nuestra, la anterior de este cineasta, mejor que mejor. En cuanto a Two lovers, además de Joaquín Phoenix, podéis disfrutar de Isabella Rosellini, Gwineth Paltrow y una menos conocida Vinessa Shaw.
Escuchad de paso Two lovers, canción intepretada por Mary Wells. Saludos a todos.

domingo, 25 de julio de 2010

Furia



http://www.youtube.com/watch?v=tNzL9idmieI

Recuerdo de cuando era niña los ciclos de cine en TVE. Hubo uno dedicado a todas las películas de Spencer Tracy. Así que es posible que más de uno haya visto ya Furia, dirigida por el gran Fritz Lang, pero si no lo habéis hecho, por favor, alquiladla en el videoclub más cercano (si encontráis alguno, ejem), pedídsela prestada a alguien, buscadla en internet. Furia es una excelente película, una obra maestra, un clásico (quiera decir lo que quiera este término).
Joe Wilson es un hombre común y corriente que va en su coche a casarse con su novia, una maestra que ha tenido que ir a otra ciudad a trabajar. En el camino lo confunden con un maleante. El deseo de atrapar al ladrón y cumplir ante la comunidad hace que el sheriff lo encarcele sin pruebas. No contentos con eso, los habitantes del pueblecito que vigila el tal sheriff decide lincharlo y, tomados por una demencia colectiva, atacan la prisión, al sheriff y a sus ayudantes y prenden fuego a las celdas. Milagrosamente, Joe Wilson escapa pero es dado por muerto. Este hombre bonachón y apacible vuelve a su casa con sus hermanos y decide esconderse para planear su venganza.
Este argumento aparentemente sencillo le sirve a Fritz Lang para hacer una crítica feroz de la sociedad estadounidense. En la película se hace mención a:
-La idea de comunidad, que acaba muy malparada: ¿tiene un grupo de personas la legitimidad más allá de la ley para decidir el castigo de un individuo que la ataca? En la historia el mensaje es claro: la ley (representada por el sheriff) debe primar sobre el deseo irracional colectivo. No obstante, un sheriff tampoco debe ser elegido por la comunidad, puesto que esta no ha de ser la que condicione las decisiones del que aplica la ley.
-La justicia: ¿garantiza los derechos individuales? No, puesto que está sometida al chantaje de la comunidad.
-Los políticos: el gobernador no manda al ejército para que acabe con el linchamiento hasta el último momento, con el fin de llamar más la atención de la prensa.
-Los periodistas: graban y fotografían el linchamiento como un espectáculo.
Por último, queda el individuo. Solo, enfurecido, decide su venganza. Fritz Lang tampoco defiende esta posición. Joe Wilson manipula pruebas y consigue la pena máxima para los cabecillas del linchamiento. Sin embargo, su novia le recuerda que no son más que hombres que ya han pagado con sufrimiento el que le infligieron a él. De nuevo, ni el individuo ni la comunidad quedan por encima de la ley.
Hay una escena interesante en la que un grupo de caballeros charla en la barbería. El barbero, un inmigrante, es el único que conoce la Constitución americana puesto que se la han hecho leer para hacerle ciudadano americano. Una lección de lo que significa la ciudadanía.
Os recomiendo la lectura de este texto sobre la película:

viernes, 25 de junio de 2010

EL LECTOR (THE READER)



¿Consiguen algunas películas hacer versiones fieles a las novelas que adaptan? ¿Para qué?, dirán algunos: ¿es que pretenden simplemente "ilustrar" dichas novelas? Más bien, como dirían otros, "todo es interpretación". Y aquí tenemos una. Discutible, buena, mala, aceptable, censurable... Esta valoración ya depende de los espectadores. Stephen Daldry consiguió hacer una interpretación interesante con la magnífica Las Horas, puede que más aún que la propia novela. Ya lo afirmó Hitchcock: grandes películas surgen de obras mediocres, y creo que la de Michael Cunningham lo es. No es el caso de El lector. Se trata de una novela corta de Bernhard Schlink en la que se reflexiona sobre la responsabilidad de las generaciones posteriores respecto a los horrores perpetrados durante la II Guerra Mundial. Este tema, importantísimo, se relega en la película a favor de la historia de amor, motivo principal de la novela original pero no "cuestión principal". Así pues, ¿tenemos aquí una interpretación del director o, más bien, una sospechosa adaptación que pretende potenciar el elemento erótico y morboso de la relación entre una mujer colaboradora de los nazis, analfabeta para más señas, y un jovenzuelo que acaba de empezar a ser consciente de su sexualidad? Por lo demás, la película nos hace disfrutar de buenas interpretaciones y de una excelente recreación ambiental, pero, en definitiva, no es más que una película que quiere aspirar al Óscar, ganar dinero y aparentar "calidad" por adaptar una magnífica novela. Decepcionante.
Lo curioso de todo esto es que el director ha leido la historia con atención y la ha entendido correctamente. Sin embargo, no es lo que ofrece en su película. Comprobadlo en la siguiente y divertida entrevista que se hacen entre sí Stephen Daldry y David Kross, actor que da vida al personaje masculino en su juventud:

martes, 18 de mayo de 2010

La decisión de Sophie


Vi esta película justo antes de que Amanda llegara al mundo. Algo poco recomendable para una madre primeriza. Sophie es una judía polaca que vivió una tragedia: tuvo que elegir entre mandar a la muerte a su pequeña hija o a su hijo. Sophie se decidió por la niña, no tras un proceso de deliberación o algo parecido, sino en el mismo momento en que un soldado nazi la amenazaba con matar a los dos. Del niño superviviente fue separada y de él nunca más supo.
Uno se pregunta: ¿cómo una madre puede ser capaz de tomar una decisión sobre algo tan atroz? ¿Por qué escogió a la niña y no al chico? Estas mismas cuestiones atormentan a la protagonista y dejan impactado al espectador. No hay respuesta. Sophie actuó sobre la marcha, anteponiendo el instinto a la razón. Posiblemente creyó que un chico tenía más posibilidades de sobrevivir a la larga que una chica. Así que ella misma empuñó el cuchillo como una moderna Abraham.
Después de acabar la guerra, Sophie vive en EEUU. Es una mujer culta y llama la atención de un escritor de tres al cuarto. La mujer comparte cama con un esquizofrénico adicto a la cocaína, acogida por él. El espectador entiende por qué: la locura de este hombre combina perfectamente con la sinrazón que domina su vida desde que tuvo que tomar tan terrible decisión. Para más inri, Sophie fue hija de un exaltado del régimen, por lo que en su conciencia la culpa se acumula por partida doble.
Las decisiones de Sophie no terminan ahí. La vida sigue, y tiene que volver a elegir: entre un hombre loco que la maltrata y un hombre cuerdo que la adora, y aún más allá de eso, entre vivir y morir.
A pesar del tema sensiblero, la película no cae en ningún momento en la lágrima fácil ni en mostrar imágenes escabrosas o impactante. Las actuaciones son excelentes, tanto la de Meryl Streep (ya se sabe: toda una garantía) como la de Kevin Kline. En definitiva, una pequeña joya que no decepciona. Muy, muy recomendable.
Para que degustéis algo de ella os dejo un fragmento. Os quedaréis helados:

jueves, 13 de mayo de 2010

SOLO PARA TUS OJOS

http://www.youtube.com/watch?v=cBayPCnYU9I

El lujo y el sexo son otros elementos básicos en las películas de James Bond. No obstante, tengo la sensación de que el lujo es menos ostentoso en los films actuales (como si no fuera algo tan exclusivo y más al alcance de todos; como si se quisiera hacer de Bond un espía de clase media) a medida que aumenta la explicitud de las escenas de sexo. ¿O es cosa mía? En esta película, Solo para tus ojos, Bond se acuesta con una condesa. No lo sabemos, pero lo imaginamos. En la habitación de ella, la condesa se aproxima a Bond: "Ay, se me escurre el camisón", dice mientras se acurruca en los brazos de él. Bond la abraza y la cámara enfoca la mano del famoso espía dejándose caer sobre el sofá de rica tela, derramándose así el champán de la copa que sostiene... No hace falta más para rodar una verdadera escena de sexo.

sábado, 1 de mayo de 2010

Moonraker



De un tiempo a esta parte, en La Sexta echan todos los lunes una peli de James Bond. Ya se conocen los ingredientes: un actor apuesto, unas cuantas mujeres físicamente portentosas, mucha acción, un malo muy muy malo, y una canción pegadiza para el comienzo. La combinación de estos ingredientes puede ser mejor o peor. Ahí tenemos al sosainas de Pierce Brosman y sus aburridas películas, o las de Roger Moore, como esta que comento, que me pareció fantástica después de muchos años de haberla visto por primera vez.


Hay dos escenas que me dejaron clavada en el sofá. En la primera James Bond entra en un simulador espacial. El malo muy malo envía a su esbirro (un chino con catadura muy fea) para matar a Bond. Para ello, el chino intenta elevar progresivamente la velocidad del simulador, de modo que vemos la cara de Bond desencajándose y su cuerpo convirtiéndose en un ocho. Por supuesto, el famoso espía consigue salvarse de tamaño brete, pero el montaje consigue que la tensión del espectador suba por momentos e incluso dude de las posibilidades de Bond para salir del simulador con vida (lo hace con todos los pelos en su sitio, of course).


La siguiente escena me pareció llena de crueldad y muy difícil de encontrar en un Bond de hoy día. El espía de Su Majestad seduce a la ayudante del malo muy malo, pero este se entera y la despide. La cosa no queda ahí: el esbirro chino suelta unos doberman de aspecto sangriento que corren tras ella por un bucólico bosque. La mujer quiere ser más rápida pero cada vez que mira hacia atrás los perros están más cerca. Finalmente la alcanzan y la tiran... El espectador sabe qué ocurrirá después, y un estremecimiento le recorre. Fascinante.




Otra seña de identidad de las películas de James Bond son los títulos de entrada. Disfrutad de los títulos de Moonraker y de la preciosa canción de Shirley Bassey:

http://www.youtube.com/watch?v=oieAo5NiYjc&feature=related





sábado, 17 de abril de 2010

EL LUCHADOR



Vi hace poco la última película estrenada en España de este inquietante y personal director. En su momento me acerqué a Pi, que resulta algo soporífera, y a Réquiem por un sueño, absolutamente desasosegadora, con un gran trabajo de Jennifer Connelly. El luchador es una historia algo peor llevada. Se trata del retrato de una antigua gloria y de su ya inevitable defenestración. No hay más que un perdedor con problemas graves del corazón (físicos y sentimentales) y que no ceja hasta destruirse a sí mismo para redimirse. Ya hemos visto esta historia muchas veces antes, y aunque nos la vuelvan a contar, por favor, que no resulte un déjà vu. Finalmente, esta película ha servido para traer de nuevo al mundo de la fama al casi ya olvidado Mickey Rourke, que construye con bastante honestidad este personaje que podría ser un espejo de sí mismo. Por lo demás, si en esta película hay alguna reflexión sobre lo caduco, el pasado, la soledad o el deseo de no cejar en lo que uno es, no es fácil encontrarla.
Os dejo el trailer en inglés subtitulado:

lunes, 29 de marzo de 2010

Las mujeres de verdad tienen curvas

Me gustó mucho esta sencilla película, basada en una obra teatral. La historia trata sobre una chica que busca su camino, así de simple. Su madre es una mujer que no soporta el paso del tiempo: por ello se imagina que está embarazada cuando en realidad es menopáusica, y por el mismo motivo corta las alas de sus dos hijas, sobre todo de la pequeña, la protagonista de la película. Ana, que así se llama, quiere estudiar en la universidad y consigue una beca, pero su madre la acusa de romper la familia si se marcha. No obstante, Ana se rebela y por el camino pierde su virginidad... algo escandaloso para su madre. No se puede dejar de lado otro tema de la película: Ana es hija de inmigrantes mexicanos en EEUU. Ella solo habla inglés, aunque entiende el castellano, mientras que sus padres se mueven en los dos idiomas (ver esta película en el idioma original es importante). En definitiva, película de final agridulce (la madre no se despide de la hija cuando esta marcha a Nueva York, poniendo su orgullo por encima del cariño), de trama sencilla pero de emociones bien retratadas. Vale la pena.
Aquí tenéis un divertido fragmento de la película. Hay que verla en VOS, no os cortéis:

viernes, 26 de marzo de 2010

CUESTIÓN DE HONOR


Vi el otro día esta peli del año 2008 dirigida por Gavin O'Connor, al cual conozco de poco o nada. Los protagonistas son Edward Norton y Colin Farrell, que son buenos actores y parecen garantía de algo. Pero la película es bastante rollazo, la verdad. Se supone que hay un gran dilema en ella: Norton y su hermano trabajan con Farrell en la misma división de la policía. Farrell es cuñado de ambos hermanos. Resulta que Norton vivió una situación compleja años atrás por la que fue injustamente retirado del servicio. Sin embargo, su presencia se requiere cuando cuatro policías son asesinados en la guarida de un narcotraficante. Ya se sabe: atacar a un policía o matarlo es un delito gravísimo contra la sociedad (americana), ya que la policía es la garantía de la seguridad ciudadana. Norton descubre algo terrible desde el punto de vista familiar y social: su cuñado es un poli muy corrupto que lleva detrás a una panda de salvajes que hacen uso y abuso de su autoridad. El hermano de Norton lo sabe pero lo ha ocultado para no mancillar el honor familiar y policial. El dilema es: ¿deben Norton y su hermano proteger al corrupto de su cuñado? No debería contar el final, pero quizás imaginéis que ocurre lo siguiente. Deciden arrestarlo pero algo sucede que el propio corrupto se inmola a manos de un delicuente al que había tratado de la manera más cruel (para hacerlo "hablar", había cogido a su bebé y lo había puesto debajo de la plancha... a puntito de quemarlo con ella -reconozco que en esta escena tuve que retener el aliento). Como veis, una peliculita normalita, nada del otro mundo, para pasar el rato, y llena de valores americanoides como la necesidad moral de acabar con la manzana podrida para que el resto del cesto siga siendo saludable... sin ninguna reflexión sobre las prácticas o estructuras policiales que permiten ese tipo de abusos. Ni siquiera los protas salen guapos.
Podéis echarle un vistazo al trailer de la película: