jueves, 2 de junio de 2011

CENTAUROS DEL DESIERTO



Esta hermosa película se abre y se cierra con una puerta. Es el símbolo de que vamos a introducirnos en la vida personal de un individuo muy particular, un hombre sin familia propia, que ha vuelto de la guerra civil de secesión convertido en un ser poco amistoso, en concreto con los indios, contra los que suponemos que ha guerreado después de la contienda norteamericana.
Para muchos, esta película es xenófoba e incluso racista. Se equivocan: así no es la película, sino el personaje. La historia no es un alegato a favor de la superioridad de los blancos, aunque es evidente que el punto de vista es ese. Los indios son representados en masa y como seres salvajes sin moral, que tratan a sus mujeres como objetos a las que venden gustosos por un sombrero. La visión es reduccionisa, pero, no lo olvidemos. No es una película sobre los indios, sino sobre una forma de vida, sobre un personaje, una transformación, una búsqueda (de ahí el título en inglés).


Hay aspectos que introducen matices que no permiten reducir esta película a ese mensaje simple:


-La historia que se narra nos retrotrae a un lugar y una época en la que no había leyes establecidas y la justicia se tomaba por la mano de cada cual.


-Refleja un paisaje duro y antipático que pertenecía primigeniamente a un pueblo que lo defiende. No obstante, los nuevos colonos también luchan por una vida y buscan la prosperidad, la mayoria son emigrantes europeos que han huido de la pobreza y son capaces de enfrentarse a lo que sea por su trozo de tierra.


-El personaje de John Wayne es el principal en la trama. Realiza un viaje que dura años por ese duro paisaje en busca de su sobrina. Los indios la han raptado: son, sin duda alguna, el enemigo. Sin embargo, el paso de los años y el peso de la andadura hacen cambiar a este hombre que había perdido los sentimientos en la guerra. El contacto con su sobrino postizo, acogido en la familia que muere asesinada al comienzo de la película, un chico medio mestizo, va transformando su visión unilateral y poco racional del gran enemigo.


-La pelicula se cierra con otra historia que no se cuenta: ¿qué ocurre con la sobrina rescatada de su vida indígena? Ella misma lo confiesa: ha crecido con ellos, es "su gente". Cuando muere su marido, el jefe indio, se deja llevar por su tío y primo "de vuelta al verdadero hogar". ¿Verdadero? Si bien la reciben como la bienhallada, ¿cómo se desenvolverá esa chica en su anterior vida y estatus? Esa duda la expresa muy bien la amada del sobrino mestizo: probablemente ella no quiera volver, ya es una india. Y en un primer momento, es la reacción del tío despechado: ella ya no es una de ellos, de los blancos. A pesar de todo, se aviene a la insistencia de su sobrino postizo. Tantos años buscándola, una vez hallada, ¿no habría que devolverla a su origen? Es el mestizo el que insiste, curiosamente. Al fin y al cabo, los orígenes nos dan un significado existencial; él, cuyos orígenes se ponen en duda tantas veces por su tío, los defiende como un elemento vital y fundamental.



Como digo, en esta película hay un retrato claro de un personaje que recobra sus sentimientos y un retrato difuso que conduce directamente al problema de la integración, la identidad y los orígenes: el de la sobrina raptada y reconvertida en india.



Una lectura simplificada de esta película como una visión xenófoba de los indios resultaría pobre si no se ocupa de entender que estos son un elemento de oposición que mueve la trama y la transformación del personaje en un contexto muy concreto y definido, con unas características determinadas: la lucha por la tierra, la huida de la pobreza, la supervivencia en un medio poco acogedor por el clima y la falta de agua. Vuelvo a repetir: se retrata un estilo de vida, una forma de resistencia, la del blanco colonizador, pero ese es el punto de vista elegido y el que hemos de respetar si asumimos la verosimilitud de la acción narrada.



Nunca será una pérdida de tiempo pasar un buen rato revisionando esta película hermosa y épica, que fotografía de un modo espectacular el paisaje natural que rodea a estos personajes, que consigue uno de las mejores interpretaciones de John Wayne y que, para terminar, es muestra del poder narrativo de uno de los grandes, de John Ford.