jueves, 17 de enero de 2013

ESTAS SÍ QUE LAS VI EN EL CINE

Y qué gustazo me di... The Artist (Michel Hazanavicus, 2011)  me hizo llorar a rabiar. Es una historia de redención. Un hombre que se convierte en un ángel caído y que vuelve a resurgir... gracias a otro ángel (una chica, claro). Que además esté contada en blanco y negro y a la manera de las películas mudas le da un revestimiento no solo original sino hermoso.En The Artist la historia nos lleva a rememorar con bastante dosis de nostalgia esa primera época del cine, aunque no parece que se nos quiera decir que cualquier tiempo pasado sea mejor... solo que merece la pena ser recordado.


Parecido ocurre con Las invenciones de Hugo (Martin Scorsese, 2011), desafortunado título en español de la historia de un chico, Hugo, solo en el mundo, a la caza de un mensaje que su padre pudo dejar encriptado en los mecanismos de un autómata. La película es bellísima. Hugo no inventa nada, pero descubre, descubre a través de la memoria de su padre al verdadero creador del autómata, el inventor del cine más original y poético. Del mismo modo es la película, poesía, también nostalgia, recuperando al primer director que hacía del cine esa fábrica de ilusiones (en ambos sentidos del término) que todos creemos que el cine es. Para ello, Scorsese utiliza el 3D, para seguir jugando con la ilusión, esta vez, la ilusión de la realidad en tres dimensiones.

Si ambas películas son notables se debe a que en las dos la forma y el fondo se armonizan con el fin de crear no solo entretenimiento, sino arte.

¡¡Viva el cine!!