viernes, 1 de octubre de 2010

Bright Star




Ahora que he vuelto a ir al cine, esta ha sido una gran elección. Lo que más me ha gustado de esta película no ha sido la historia de amor, que es el hilo conductor: una historia de amor "romántica" en el mejor sentido de la palabra: final trágico, imposibilidad de consumación para los amantes, alejamiento forzoso... Tampoco ha sido el retrato del poeta Keats, que también es, por otra parte, interesante. Lo que más me ha gustado es que el punto de vista de la historia se haya centrado en ella, en la chica, una mujer de la que se nos muestran los detalles de su aburrida y sencilla vida con un preciosismo extraordinario que produce una gran sensación de belleza en la retina: los paisajes que rodean la casa, de los que se nos enseñan con primor flora y fauna a través de las estaciones; los interiores que conforman el hogar, cocina, salón, dormitorios, donde se cuece el amor de la joven por un chico desvalido, pobre, enfermo y entregado a la infructuosa empresa de la poesía, que no le reporta ningún dinero y solo algunas críticas favorables. Me encanta el delicado detalle con el que se ha confeccionado el vestuario y la importancia que se da a todo eso que parece atrezzo secundario y que, sin embargo, se convierte en un deleite sensorial: los tapices de las sillas, los tapetes de las mesas, la loza en la que se sirven bebida y comida, las texturas de las cortinas... Todo lo que en definitiva rodea la vida de una mujer ligada absolutamente al hogar.
¿Bright Star es una película para mujeres? No, pero sí es sobre mujeres: las que se entregan elevando así una vida en el fondo pobre, aunque llena de poesía cotidiana. Esta es el verdadero arte que refleja esta maravillosa obrita.
No hay que perderse una increíble escena de dolor que sobrecoge y espanta: Fanny agarrada a su madre y sintiendo que no puede respirar, que no puede respirar, tanta es su pena. En la secuencia que cierra la película pasea entre la nieve vestida de impoluto negro, como virgen viuda que será para siempre.
Tremenda.

4 comentarios:

Laura Serrano de Santos dijo...

¡Por fin la he visto África!

Bueno, en primer lugar no estoy de acuerdo contigo. Ella no llevaba una vida aburrida. De hecho, me ha gustado cuando se quiere asomar a la Poesía y aprender y, al ver la discusión entre Brown y Keats por la felicitación de San Valentín, algo muy "romántico", dice que quiere volver a su vida de felicidad y diversión. Curiosa percepción de quien intuye que acercarse a lo Bello ha de pagarse caro.

La falta de libertad individual de la mujer es atenuada por una madre que comprende y que sabe hacer para que reine el amor en su hogar. La comprensión de la madre es tremendamente humana e interesante. Dan ganas de saber sobre su vida...

Brown es un personaje muy interesante, pues, a mi modo de ver, simboliza el Mundo con sus perfidias. Hace de filtro entre Keats y Fanny y no se sabe muy bien de quién está enamorado, pero es seguro, que para lo malo nunca va a estar...

Es bellísima una película que durante dos horas muestra cómo se gesta esa punzada en el pecho que, al final, es desgarrador y que , lamentablemente, durará siempre.

Me quedo con una frase de la película: "Hay santidad en el afecto de los corazones". Efectivamente, nadie sabe lo que hay dentro del sentir de uno y con qué pureza puede desentenderse de lo no conveniente...

Gracias, África, por tu recomendación. Un besito de Laura.

Laura Serrano de Santos dijo...

Hoy me he levantado con la peli en la cabeza, pero con otra forma de verla.
Veamos, la mujer , las mujeres, pues tanto la madre como la hija han convivido con un enfermo y han sacrificado sus vidas. La pequeña Toots ya tiene diseñado el camino que ha de seguir y no nos extraña nada a las mujeres del siglo XXI, pues parece que tenemos en común todas estas instrucciones de fábrica: amar, comprender, sacrificarse, sentir hondo y ser desgraciadas...

Y digo yo, ¿A nadie se le ocurre que Keats, que decía que la quería y no se podía casar con ella por no tener dinero, no se podía haber metido a panadero, por ejemplo?

Total, ella le iba a querer igual y él podía haber hecho algo práctico...una demostración real, quiero decir...

¡Estamos tan acostumbradas a sufrir que va siendo hora de plantearse la historia desde el otro lado!...
Y cuidadito con la EStética, que se nos engaña encima subliminalmente con la enseña de que el Dolor es Bello.

Y no.

África dijo...

¡¡Qué bien que la hayas ido a ver!! No, el Dolor no es bello, aunque algunos encuentren cierto placer estético en él. Creo que Keats se considera un POETA, ¿cómo va a ser panadero? Impensable. En cuanto a Brown, la quiere a ella, pero la desprecia por su pose de artista total (ese sí se hubiera metido a panadero). La vida de ella... Llena de banalidades, pero no "llena". Es mi percepción subjetiva.... UN BESAZO y gracias mil por tu diálogo conmigo y con el blog.

Laura Serrano de Santos dijo...

Pues ahí está. Esta peli parece de amor, pero mentira.Sólo ama ella, pues renuncia a todo lo que le gustaba: sus bailes, su alegría, sus manufacturas costureras...

Si él es ante todo POETA, se quiere a sí mismo más que a ella y que a todo.
Que luego no diga, "una vida nos espera, pues no puede ser tanto sufrimiento"...
Ahí, ahí voy...Que cuando ellos son artistas...mal asunto, pues es a costa de alguien...

Esta es la mirada de la mujer del siglo XXI, que es muy fácil identificarse con la sensibilidad del XIX, ¡alerta!