miércoles, 14 de noviembre de 2012

MÁS CINE EN CASA (QUÉ REMEDIO)

Gracias a la baja maternal estoy reduciendo la cantidad de DVDs que cogen polvo en las estanterías del salón de mi casa. Eso es una buena noticia para ir dejando hueco y que entren otros nuevos...

Entre los que han caído en acto de servicio están los siguientes:

-El diablo se viste de Prada (David Frankel, 2006): Es una buena comedia, entretenida y con excelente ritmo. La historia no es novedosa: chica ambiciosa pierde sus principios y traiciona a sus más cercanos por conseguir el aprecio de la más famosa y cruel experta en moda de Nueva York. Finalmente, la chica se da cuenta de lo que ha perdido y prefiere una vida sencilla al glamour, la soledad y la traición. Una película de valores, como vemos. Lo mejor, sin duda, el personaje de la terrorífica directora de la revista de modas, una Meryl Streep que levanta la película ella solita.



-Adiós, pequeña, adiós (Ben Affleck, 2007): Esta es una película excelente. La historia encierra dilemas poderosos y el relato es muy atractivo. ¿Merece una madre drogadicta que ha demostrado repetidamente su incapacidad como madre que le devuelvan a su hija? ¿Merece esa niña una vida mejor, con personas que la cuiden de verdad? El protagonista tiene que resolver este dilema y lo hace de la manera en que esperaríamos, pero eso no implica que su decisión sea claramente la mejor, solo parece la más justa. Ni siquiera el final de la película es un happy end reconciliador: él mismo comprende las consecuendias agridulces de su decisión. En la película se tratan cuestiones relacionadas como el respeto a la ley, el hecho de que esta no favorece siempre al que lo merece y que ni siquiera es capaz a menudo de hacer justicia. Pero los hombres no deben actuar como dioses haciendo su propia ley: esta es la interesante tesis de la película que puede ser la base de una interesante reflexión. 



-Capturing the Friedmans (Andrew Jarecki, 2003): Un director emprende un proyecto, documentar el trabajo de los payasos infantiles, los que se contratan para animar fiestas de niños. De repente, se encuentra con que el más famoso de ellos en Nueva York lleva a sus espaldas una truculenta historia: es hijo de un pedófilo, acusado junto a su hermano pequeño, de prácticas sexuales con menores en las clases de informática que el padre impartía en el sótano de su casa a los vecinos de la zona residencial en la que vivían. El documental muestra que el hecho constatado de la pedofilia del padre lleva a una acusación que, en gran medida, solo se sostiene en los testimonios de algunos niños, sin pruebas indudables, solo el relato (no contrastado al cien por cien por todos los alumnos de aquellas clases) de estos chicos. En realidad, este documental es una reflexión sobre la verdad y sus caras. Se basa en entrevistas a muchos de los implicados que dan visiones diferentes e incluso contrapuestas de los hechos que se juzgaron. Además, se presenta la ambigüedad de la institución de la familia, que, siendo la base de las sociedades desde el punto de vista antropológico, no es algo tan sagrado ni garante de felicidad o bienestar. Otro aspecto interesante de la película es la inclusión de fragmentos de videos caseros  y personales de la familia Friedman, y de cómo un material tan poco elaborado se puede convertir en una narración, la narración que nosotros queremos de nuestra familia, una narración construida como la de nuestros recuerdos o la de una historia. Es decir, una ficción que nos ayuda a vivir.



-Todo o nada (Mike Leigh, 2002): Esta película es un absoluto aburrimiento. Los personajes son antipáticos y cansa su abulia. Resultan patéticos y mediocres. No sé si el director quiere salvarlos o condenarlos. En cuanto al título, hace referencia al discurso de uno de los personajes, el marido, que siente la lejanía de su mujer, sus reproches y su indiferencia, y le viene a decir que sin su amor se encallan en la nada. Finalmente lo recuperan y todos tan felices dentro de sus dificultades (problemas para llegar a final de mes, hijo en paro y agresivo en su comportamiento, hija feúcha limpiadora en una residencia de ancianos, padre e hijos obesos -suponemos que por una mala alimentación-, padre taxista con poca recaudación debido a su falta de iniciativa...). En fin, creo que esta película quiere decir tanto que finalmente dice poca cosa, o nada. O más bien son los personajes, con los que cuesta empatizar. Un último detalle: las subtramas no se concluyen por lo que la película resulta coja en este aspecto.



-Beyond the sea (Kevin Spacey, 2004): Este gran actor se embarca en dirigir y protagonizar un biopic con números musicales (originales, por cierto) sobre la vida del cantante Bobbie Darin, un Frank Sinatra con menor éxito. La historia pretende ser contada de un modo personal, es decir, saltándose un tanto la linealidad de la narración, utilizando al Bobbie niño como interlocutor continuo del Bobbie adulto en sus momentos de mayor dificultad (enfermo del corazón desde pequeño, ambicioso en extremo, violento con su mujer, la actriz Sandra Dee; hijo de la que consideraba su hermana desde siempre...) La vida de Bobbie Darin contiene elementos de melodrama que, no obstante, no hacen nada interesante al personaje a pesar de los intentos de Spacey, que consigue una gran interpretación y que canta estupendamente, además de bailar más que bien. En ese aspecto, todo un hallazgo. No obstante, repito: el personaje no es atractivo, por lo que la película, agradando, no apasiona en ningún momento.


¡Y esto es todo amigos! De momento....

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