domingo, 8 de septiembre de 2013

MONSTRUOS UNIVERSITY

La diversidad se ha instalado en mi evolución como cinéfila. Ya es un hecho: puedo ir al cine... con Amanda. A ver películas de niños, claro. Mi terreno de conocimientos se amplía, nuevos retos se alzan ante mí.
Monstruos University es una historia sencilla que, además, es la secuela de otra película conocida, Monstruos S.A, que no tengo el placer (aún) de haber visto. Se trata de una sociedad de monstruitos cuya máxima dedicación, digamos, la labor más excelsa, su télos más auténtico, es dedicarse a asustar a niños. Así que algunos de ellos, desde pequeños, aspiran a convertirse en "asustadores".
Para ello hay que ir a la universidad, por supuesto. Copiando a la élite estadounidense, esta pequeña élite monstruosa también va a la universidad de los sustos (no sabemos si sus padres han tenido que ahorrar desde que nacieron para ello, no se habla de becas ni de nada semejante) y también ha de vérselas con las dichosas hermandades o clubes de estúpidos que tratan por todos los medios de achantar a los novatos. 
El planteamiento es un poco... idiota, pero claro, al final resulta que la película es entretenida y una sale pensando en que, además, tiene valores interesantes, aunque quizás un poco obvios: la aceptación de uno mismo, la lucha por un ideal, el compañerismo, el respeto por la diversidad...
El mejor momento de la película es que uno de los protagonistas hace trampas en la competición de sustos porque no confía en que su compañero, el alma mater del equipo, sea capaz de asustar. Este último, el verdadero protagonista, es bajito, redondito, con un solo ojo, de color verde y más bien ridículo. Gracias a la trampa, ganan. Pero cuando el pequeño genio conoce que él no ha sido capaz de llevar a su equipo a lo más alto, se hunde. Aún, de hecho, mereciendo ganar, porque el esfuerzo que ese pequeñajo verde había hecho por entrenar y enseñar a sus compañeros de equipo nadie más podria haberlo hecho. Su angustia, sin embargo, es comparable a la de Edipo re-conociéndose como asesino de su padre, amante de su madre y hermano de sus hijos.
No obstante, el de asumir las propias limitaciones, es un duro ejercicio ese. No se lo deseo ni siquiera al monstruito verde de la película. Así que el equipo se deshace pero el pequeño saltamontes hace un último intento: poner en riesgo su vida para demostrar que es capaz de asustar. La dura prueba vuelve a unir al tramposo y al verduno... Cada uno se da cuenta de que el otro le complementa y de que juntos son capaces de cosas imposibles por separado.
Un bonito mensaje final para fomentar, como decía, el compañerismo y el trabajo en equipo, la aceptación de uno mismo y de los demás. En fin, la tolerancia y todo eso....
Precioso si no fuera porque mi hijita de tres años y medio se durmió hacia la mitad de la película... No sé qué le habrá llegado de esta historia de monstruitos (moustros, como dice ella) bienintencionados.

1 comentario:

Jorge Ramiro dijo...

Todo lo relacionado con el cine me gusta y por eso trato de ver muchas películas cuando tengo la oportunidad. De esta manera trato de saber las novedades que aparecen y sobre todo me gusta ver en buena calidad y por eso estaba pensando en comprar un led lg